Tuve la gran fortuna de descubrir lo que realmente me apasionaba desde mucho antes de terminar la universidad y de iniciar un emprendimiento propio que me permitiría generar ingresos mientras me dedicaba a eso que me apasionaba, por tal razón no salí con mi título debajo del brazo a buscar un empleo.Hace varios años, antes de comenzar la universidad, no tenía claro lo que quería hacer con mi vida, entonces me dedicaba simplemente a seguir el «libreto» que mis padres habían preparado para mi. De haber seguido ese libreto, hoy probablemente estaría trabajando en el área de contabilidad de un buen banco y con un buen sueldo… pero lo más seguro es que no viviría mi día a día tan apasionadamente como lo hago ahora.Dicen por ahí que «quien no sabe lo que quiere, se conforma con lo que le den»… y en esa situación me encontraba yo, simplemente conformándome con vivir la vida que me habían preparado, pero hoy veo las cosas de una manera muy distinta y quiero aprovechar este espacio para compartir algunas lecciones que he aprendido en mi vida como profesional y como emprendedor.

El dinero te hará Rico, pero tu pasión te hará prospero

Hace algún tiempo los Padres de un amigo se encontraban en un complicado dilema, pues no sabían si era más conveniente que su hijo estudiara administración o medicina, porque no tenían muy claro cuál de las dos profesiones daba más dinero.Situaciones como esta se repiten en la vida de muchas personas. El dinero se convirtió en uno de los factores más determinantes a la hora de tomar las decisiones importantes de nuestra vida; incluso hemos llegado al punto de ver personas que escogen su pareja únicamente fijándose en su nivel económico.Este tema ha sido bastante debatido y siempre generará toda clase de opiniones, pero hoy personalmente prefiero dedicarme a cosas que me apasionan. A medida que iba trabajando en mi primer emprendimiento, mis padres me conseguían entrevistas laborales porque no veían potencial en lo que estaba haciendo, pero yo hacía las cosas con tanta pasión y convicción, que al final salieron bien. Aún mis padres me animan a que busque un empleo con salario fijo, pero dentro de mis objetivos no encaja muy bien un trabajo con horario de oficina, entonces prefiero seguirme dedicando a mis proyectos.Hay empleos que te ofrecen muy buenos ingresos, pero a cambio debes dedicar tu tiempo a trabajar por los objetivos y sueños de otras personas; y eso está bien para muchos, pero no para mí.Me encanta el dinero, pero veo el dinero más como una herramienta que me ayudará a conseguir los verdaderos objetivos de mi vida: tener libertad, dedicarme a mis pasiones y ayudar a muchísimas personas. El dinero es muy importante, pero no debe ser el factor más determinante a la hora de tomar decisiones importantes.

¿Recuerdas realmente qué te llevó a escoger tu profesión?

De niños soñamos con ser policías, bomberos, maestros, abogados, etc. y vemos en esas profesiones una oportunidad para ser «héroes» y ayudar a los demás. Dentro de cada uno de nosotros hay un héroe que quiere ayudar al mundo, pero es triste cuando los deseos de ese héroe se ven opacados por la necesidad de dinero, y es entonces cuando vemos policías que venden sus principios, médicos que le niegan la salud a quienes no tienen medios económicos, maestros que han perdido la ilusión de educar y se limitan a ir a su trabajo solamente esperando el fin de mes para cobrar su sueldo, abogados que olvidan su ética porque les van a pagar muy bien… etc.Afortunadamente son muchos más los profesionales que realizan su labor con verdadera convicción, pero quería mencionar lo anterior simplemente para recordarte que sin importar cuál sea tu profesión, nunca olvides que la esencia de ella es ayudar. Haciendo tu profesión con verdadera pasión, estás literalmente siendo un héroe que todos los días contribuye a hacer de este mundo un lugar mejor. Recuerda que debes ser un Profesional Apasionado y no un Trabajador a Sueldo ;)»Si vas a ser zapatero, sólo espero que seas el mejor» -Diomedes Díaz

Un título no te hace Profesional

Al profesional no lo hace un título. Desde mucho antes de recibir mi título yo ya me sentía como todo un profesional: tenía mis propias tarjetas, trabajaba en mis propios proyectos y me relacionaba con otros profesionales con más experiencia que yo, pero siempre sintiéndome al mismo nivel que ellos.Cuando recibí mi título no me hice más ni menos profesional que antes, pero ahora tenía un cartón muy bonito para colgar en la pared de mi casa :)Lo importante aquí es que no debes esperar a obtener un título para asumir la vida como un profesional. A un profesional no lo hace su título sino su compromiso con la sociedad. Encárgate de que como profesional, lo más importante que tengas para mostrar no sea un título… que cuando te pregunten quién eres y a qué te dedicas, tú muestres proyectos, aportes a la sociedad y experiencias.El verdadero reto que tenemos como profesionales no es conseguir la mayor cantidad de títulos, sino impactar la mayor cantidad de vidas a través de nuestra labor… Ser verdaderos héroes de la sociedad. Para ayudar a los demás no se necesita un título, pero si se necesita mucho corazón y mucha pasión. Eso es ser profesional: hacer lo que hacemos, con más corazón y pasión que nadie más.

¿Qué harías de tu vida si el dinero no importara?

Y quiero finalizar este articulo con un muy buen vídeo que nos lleva a reflexionar sobre ese eterno interrogante de qué haríamos si el dinero no importara.

por portal

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *